jueves, 26 de noviembre de 2009

Flojera en la juventud


Es la negligencia, tedio o descuido en realizar acciones, movimientos o trabajos. Se le conoce también como gandulería, flojera, haraganería, holgazanería; entre otros términos que pueden incluso llegar a ser peyorativos.
La flojera es causada por la falta de actividad en los jóvenes y esto repercute en que se baja el rendimiento de los estudios principalmente pero esto después conlleva a bajar el rendimiento en futuros trabajos y a causa de ello las empresas no rinden al poco tiempo quiebra, la juventud es el futuro de este mundo y por lo tanto hay que fomentar mas las actividades recreativas como el deporte ya que el hacer deporte despeja tu mente y te da energía para hacer las cosas y absolutamente elimina la flojera de tu vida, yo o he comprobado en mi vida ya que al hacer ejercicio rindo mas en todas mis otras actividades y pongo todas mis ganas, energías y esfuerzo para realizarlas lo mejor posible.
Por esto elegí este tema porque yo se que los chavos si no hacemos cosas productivas poco a poco vamos teniendo más flojera al grado de no hacer nada más que estar en viendo la televisión y estar utilizando la computadora y lo que yo busco es intentar detener eso, al menos con la gente que convivo.

La flojera afecta la escolaridad


La flojera que puede demostrar un escolar frente a los estudios, solamente es una forma externa de su conducta. Es un síntoma y no una causa que generalmente y en forma inevitable conducen al estudiante a no lograr los objetivos propuestos.
El rendimiento académico ha sido desde siempre una de las principales preocupaciones, tanto del Sistema Educativo, como particularmente lo es para los propios estudiantes y para los padres de familia.

Rendir en la escuela significa para un alumno, lograr de manera sistemática y progresiva, importantes cambios en su personalidad, tanto en el plano individual como social, de acuerdo con los fines y objetivos que el proceso educativo se plantee en determinados momentos, propósitos que se llevan a la práctica de un modo formal a través de los distintos planes y programas de estudio.

Estos logros educativos o denominados actualmente como “competencias”, se proyectan en diversos ámbitos de la formación humana, relacionados fundamentalmente con las áreas cognitivas, tanto como afectivas y psicomotriz, pretendiendo conformarle su propia y esencial identidad dentro un contexto valórico que le permita integrarse, vivir y convivir en sociedad.

El rendimiento escolar constituye aquel grado de desarrollo logrado por un alumno a través de sus estudios, hecho que pone en evidencia la enorme importancia que tiene tal situación, por lo que es urgente que el acto de estudiar deba realizarse hoy más que nunca de manera deliberadamente organizada y sistemática, porque además el estudiante tiene mucho que aprender y el tiempo se hace corto.

Sin embargo, esto último conlleva a un compromiso conjunto; alumnos, padres y docentes, unidos en un ideal común, "lograr que el estudiante pueda ser hoy un buen alumno, y un mejor hombre o mujer en el mañana".

Naturalmente que la tarea no es fácil, pues requiere en primer lugar, tomar conciencia de los múltiples factores comprometidos, y luego asumir las responsabilidades que corresponda.

La tónica social, económica y cultural de nuestro tiempo, demanda la necesidad de buscar un camino diametralmente distinto, que permita situar al estudiante en un lugar de permanente preocupación, junto al cual como ya se ha dicho, deben estar la familia y la escuela asumiendo los roles de apoyo respectivo.

No obstante, pretender en nuestros días que un escolar pueda obtener un buen rendimiento, que pueda "aprender" sostenida y permanentemente, no dejará de ser una aspiración o un anhelo siempre deseado:




* Mientras no se logren comprender cabalmente los verdaderos alcances que en este propósito se encierran
* Mientras no se asuman las responsabilidades que a cada uno nos compete en este asunto, especialmente en la formación valórica
* Mientras no dejemos de ver las cosas desde una perspectiva unilateral y muchas veces parcelada, considerando cada cual nuestros propios puntos de vista.
* Mientras no consideremos "al buen rendimiento escolar" como producto de un proceso, y no como una situación que se pueda improvisar.

La Flojera: ¿Es causa de un bajo rendimiento?

"¡Lo que pasa es que eres un flojo que no sirves para nada! ...¡Tienes que ponerle más empeño a tus estudios!... ¡Te va mal de puro flojo! ...El curso tiene bajo rendimiento porque los alumnos son flojos para estudiar..."

Para nadie resulta extraño escuchar este tipo de expresiones cuando están referidos a un problema de bajo rendimiento, aún más, existe una especie de convencimiento tácito que esto realmente es así, sin embargo habría que preguntarse, ¿qué hay de verdad en ello?

La flojera que puede demostrar un escolar frente a los estudios, solamente es una forma externa de su conducta; fácil de percibir claro está.- Esa falta de ánimo, esa ausencia de interés, el hecho de sentirse cansando, aburrido, fastidiado muchas veces, o no lograr concentrarse, deseo de hacer otras cosas en vez de ponerse a estudiar, constituye el cuadro típico de la "flojera". - No obstante, todas estas actitudes sólo son formas de exteriorizar diversas situaciones internas, "son síntomas y no causas" que generalmente y en forma inevitable conducen al estudiante a no lograr los objetivos propuestos, hecho que en términos negativos comúnmente se define como una situación de "fracaso escolar".

Ahora bien, si dentro de esta circunstancia al alumno se le hace ver en una u otra forma este fracaso, y como consecuencia el propio estudiante..."se siente fracasado", ello naturalmente será un doble castigo que repercutirá fuertemente en su autoestima, en su vida emocional tanto como social, generando una sucesión de respuestas negativas en que finalmente se verá envuelto, y que puede culminar en un estado de desmotivación extremadamente determinante para su vida futura.

Porque más que un simple problema escolar, un "bajo rendimiento académico" es para el estudiante un problema de vida personal.

Por otra parte también cabe hacer presente, que tanto "la flojera" como "la falta de hábitos de estudios" suelen seguir siendo conceptos demasiado repetidos en boca

de muchos, y que en el ámbito escolar se ha venido transformando por siempre en una verdadera "panacea" aplicable en la justificación de las bajas calificaciones.

Todo esto demuestra entonces, que un estudiante que siente flojera para enfrentar sus estudios, es una persona que necesita ayuda, que requiere de una clara orientación, traducida en " apoyo, y no en críticas, consejos o sugerencias sin fundamentos"
En una encuesta que realice tanto en el cbtis como con algunos conocidos los resultados fueron casi los mismos y se puede encontrar que vienen siendo casos parecidos:

A la pregunta ¿Desperdicias tu tiempo libre en la televisión o computadora?, el 60% respondió que sí, el 30% respondió a veces y el 10% respondió que no.

A la pregunta ¿Realizas una actividad deportiva en la semana?, el 85% dijo que no y el 15% respondió que sí.

A la pregunta ¿Dejarías a un lado la flojera si algo te motivara?, el 70% dijo que si, el 25% dijo tal vez y solo el 5% dijo que no.

Todo esto nos demuestra que el porcentaje de flojera es muy alto en nosotros los jóvenes, pero también demuestra que la mayoría de los jóvenes estarían dispuestos a dejar a un lado la flojera si algo les motiva.

Mi propuesta consiste en realizar actividades deportivas tanto en la escuela como fuera de ella para así despejar la mente y tenerla activa al mismo tiempo.